Hace poco, leyendo un artículo en la revista Tiempo, el de las Jóvenes promesas, encontrado en el número de la semana del 5 al 11 del 2010 (si, era un número atrasado) me propuse escribir esta respuesta, porque tanto el tema como la ocasión lo merecen, a raíz de la anterior entrada sobre mi reciente mala experiencia laboral.
No haré un análisis exhaustivo del citado artículo, pero básicamente, hace hincapié en lo desafortunado de la generación actual, que a pesar de las medallitas de nuestros abuelos y sus "tu no pasaste una guerra" o de nuestros padres con sus "tu no sabes lo que es pasar hambre" (algo que ya mencioné en algún monólogo mío, ejem), esta anclada en la crisis permanente, no solo monetaria, sino del trabajo en si mismo, con el consecuente desprecio del mismo.
El artículo en si, cuenta las proezas de varios artistas españoles, como la escritora Aixa de la Cruz o el pintor (y aparentemente también bloggero) Cristóbal Fortúnez, y señala que el panorama esta muy mal debido a la desconfianza de todos los sectores en cualquiera que quiera entrar de nuevas, sobre todo en el mundo del arte, donde estamso todos condenados a la precariedad y a que nuestro trabajo no se reconozca como tal (me meto en el saco por lo evidente). Hasta ahí iba bien, y hasta resulta graciosete de leer, con coñas como la de otro de los artistas referenciados, David Nieto, con su frase "puedes tener talento hasta para hacer vírgenes con mierda de burro seca, pero si no vendes ninguna..."
Sin embargo, en medio de todo el percal, hace hincapié en algo que no me terminó de gustar demasiado. De todos los motivos posibles para que la situación sea tan mala, se centra bastante en la mediania general y el bajo nivel como responsables. Y si bien esto es matizable, no dejaba de quedarme con la sensación de que parece que si tu trabajo no es reconocido o no cumples unos arquetipos o normas generalmente concebidas como correctas, los propios defensores de reconocer el arte como trabajo, no lo harán con el tuyo.
No lo digo por una mala experiencia o una anécdota concreta, sino por el cómputo global y el cierto esnobismo imperante en según qué círculos, donde parece que o eres un crack a la primera o te echan la cruz encima sin opción a mejorar. No digo que lo hagan los mencionados en el artículo ya que ni siquiera los conozco, pero sólo hay que darse una vuelta por cualquier foro, reunión o lugar en general donde se trate cualquier cosa relacionada con cualquier forma de expresión artística: foros sobre arte, literatura, o música, exposiciones de cualquier tipo, actuaciones teatrales, monólogos (como es mi caso) y no me refiero sólo a los foros de la red, sino a cualquier lugar físico (mayormente bares o locales) de tipo "alternativo" de estos: las críticas y destrucciones varias están a la orden del día. Nidos de hards varios vaya.
Tiene gracia que en ese mismo artículo, uno de los mentados, el poeta asturiano Sergio Fanjul, cite cierta frase atribuida a Unamuno sobre como España es por naturaleza un país envidioso, cainita y fraticida. Viene al pelo en un artículo que menta la medianía en plan hard como motivo del poco reconocimiento del arte.
Para los vagazos que se nieguen a leer tochos, la moraleja es que muchas veces los defensores de algo son su peor enemigo: si no hay apoyo entre artistas nunca haremos ruido suficiente como unidad (aunque muchos aludan a la típica broma de que en realidad todo es ombliguismo y felársela mutuamente).
Y para todos los posibles hards que alguna vez puedan leer esto, no hagáis a los demás lo que no queráis que os hagan.
Saludos eásmicos.
Es que en este país somos muy dados a ensalzar algo poniendo a caer de un burro cualquier otra cosa (¿has leído la entrevista a Carlos Giménez de El Mundo? hay bastante de eso). Cosa de la que me reconozco partícipe, en fin, no sé si es por gilipollez o por cansancio debido a la glorificación de según qué cosas (que al fin y al cabo, son también el resultado de PREJUICIOS, la espina matriz).
ResponderEliminarPor lo menos verlos es parte de la solución, amigo Frabchesk. Tomárselo con calma y filosofía, oportuna entrada Easmo.
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