lunes, 15 de noviembre de 2010

El arroz del domingo

Un adelanto de un monólogo que interpretaré por esos bares de dios en breve. Disfrutadlo:

Me cago en el maldito arroz de los domingos. Ese arroz de la España profunda, cargado de mil elementos que destruyen tu alma sólo con mirarlo, aunque mas parece que te mire él a ti. Hay una enorme diferencia entre el arroz normal que puedes comer cualquier día, como el tres delicias o el arroz a la cubana con tomate y tal... y EL ARROZ DE LOS DOMINGOS.

La pregunta es ¿por qué carajo todo el mundo come ese arroz los domingos? ¿Es una especie de tradición franquista impuesta subrepticiamente en la conciencia general del país? Y que nadie me venga con la excusa de que “es el día en que la familia está reunida”, porque si vienes tarde, te comes el arroz “aunque esté un poquito pasado”, y si por un casual milagroso te consigues librar de él, no te preocupes que el karma se encarga de hacértelo pagar, no te quepa duda. No conozco un sólo hogar Español que no se trague ese maldito arrozaco en domingo, cargado de trozos de huesos de pollo (que no carne), de tiras de pimiento rojo tan largas, insípidas y pastosas al tacto, que se podría empapelar una farola con ellas, con almejas sin bicho, que de tanto chuparlas con frenesí buscando algo de sustancia, la peña ya no distingue si lo que tienes es hambre o ganas de follar, y con yo que se mil mierdas mas.

En serio ¿de dónde viene la tradición del arroz del domingo? Yo creo que se mantiene en secreto para que no nos enteremos de sus terribles secretos pero aún se dejan oir vestigios de leyendas antiguas. Por ejemplo he oído que si vas a un Burguer King en domingo, te dan arroz para mojar los nuggets en vez de salsa barbacoa. Y que si vas a un bar de copas un domingo por la noche, todo lo que sirven es paella licuada y licor de arroz con unos mulsos de pollo en medio que te los tienen que sevir en palanganas pa poder beber algo. Joder, es mas, dicen que si vas a un chino un domingo NO te sirven arroz, que ya es colmo, miren ustedes.

Me cago en el arroz de los domingos.

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